sábado, 10 de noviembre de 2007

'¿Por qué no te callas?'


Hubo una realpolitik, una guerra fría y últimamente en España lo que podría llamarse softpolitik o política del desparrame geoestratégico. Por eso reconforta la noticia de la cumbre Iberoamericana en Chile. El Sr. Chavez, conocido por su amor a los boleros y su incontinencia verbal se ha despachado contra un expresidente español con insultos y descalificaciones fuera de lugar. En algún video se ven las sonrisas de los argentinos y de algún otro sátrapa bananero de los que, con la disculpa de los EEUU mantienen a sus pueblos en la pobreza y la ignorancia. En fin es cosa de ellos.
Pero lo que reconforta es ver al Rey constitucional de España asomar el careto y decir al amigo sudamericano: ¿Por qué no te callas?
Pero para que no falte de nada, os enlazo aquí la intervención de nuestro presidente, enérgica , concisa y clara como todas las suyas. Estamos en buenas manos.

5 comentarios:

Fallarás dijo...

Un bogavante a su salud!

Fallarás dijo...

A ver querido, ayer bebí. Está claro.
Hoy ya serena le digo lo siguiente:
cada vez que Estados Unidos ha intervenido en las zonas -bananeras o no- situadas a su sur, han proliferado las torturas, las desapariciones, el dolor, el silencio y la muerte.
Interésese por la ayuda que Estados Unidos prestó a Argentina y Chile (por poner dos ejemplos básicos) hace no muchos años. Todavía son bastante jóvenes los torturados que no desaparecieron y las parejas o hijos de los que sí.
Si no encuentra a ninguno que se lo cuente, pídame un teléfono.
Suya, as usual.

mon amour dijo...

...bueno sobre lo que dice fallarás respecto a USA y su política en latinoamérica no creo que existan dudas... ni tampoco argumentos para justificar a semejante mandril dictador que pasea arrogante su odio hacia España y además presume de demócrata... mientras, en su país:
pim pam pum con la oposición

solo espero que "el pum" no proceda de armas de fabricación Española con las cuales el eslabón perdido y sus sicarios fueron generosamente surtidos...

Docwall dijo...

No tengo dudas acerca de la intervención de EEUU, como de cualquier otra potencia UK/URSS/Francia, en la política interna de otros paises. Tampoco acerca de la dudosa catadura de la intervención. Cuando quiera podemos hablar de golpes de estado, de adiestramiento en Panamá, de secuestros, en fin, de cualquier horror que se nos ocurra que pueda producir el corazón humano. Lo que yo quería señalar, veo que con poca claridad, era que la clase dominante de esos paises se ha apoyado en sus "aliados exteriores" para mantener su situación de privilegio. Los maestros es posible que fueran de Minnesotta pero la mayoría de los torturadores eran chilenos y argentinos. Las Farc, los paramilitares, Sendero, los cárteles... en fin, la sensación es que algunos lugareños apoyan con entusiasmo las intervenciones de los vecinos del norte, de ultramar o del oriente.
Tiene Ud. razón, pero igual que en otras partes miserables del mundo, la intervención del "amigo americano o ruso o francés o inglés" no podría hacerse sin la colaboración entusiasta de los de casa.
El dinero del petroleo puede utilizarse como lo hace Noruega o como parece que lo está haciendo Chavez. ¿No cree que algo de responsabilidad les toca a los propios interesados?. Los USA les vienen de perillas para que algo que cambie y así poder seguir igual. Y discúlpeme si por la rapidez faltan matices en mi respuesta. Estoy dispuesto a matizar todo lo que sea preciso pero da la impresión de que algo no funciona en algunos paises sin que haga demasiada falta que desde fuera vengan a "ayudarles". Suyo de Ud. me pongo a sus pies.
PD: Después de lo que ha sabido de los crustáceos, ¿fue capaz de ejecutar a un pobre lubrigante?. Por cierto, ¿con qué vino acompañó el festín?.
Si alguna vez voy por la Ciudad Condal, ¡toma ya!, ¿me dirá dónde puedo ir a bien comer y beber, con relación calidad/precio?.

Fallarás dijo...

En todas partes hay hijos de puta, sólo consiste en buscarlos, ponerles la pasta y asegurarles la silla.
Por supuesto, Dcwl, no sólo le indicaré el lugar, sino que estaré encantada de acompañarle.