Cataluña nos marca el camino

Un día más Cataluña, Catalunya, centra nuestra atención. Ese faro que ilumina el resto del Estado es hoy lo que seremos los demás dentro de 10 años (¡glups!) . Por eso es tan importante lo que hacen , lo que dicen, cómo resuelven esos problemas que a los ciudadanos, o ciutadans, nos quitan el sueño. Cosas como que nuestra selección juegue el campeonato mundial de pasabolo o que nuestra delegación sea recibida por el presidente de Gambia o que se abra, o se habra un centro cívico, euskoetxea o similar, en Idaho o en Hatford, ¿hola cómo estais?. Esas cosas nos afectan, nos incumben, nos conciernen, en una palabra: nos jode que no nos hagan caso como catalanes o vascos o gallegos o galeuskos. Porque el resto, a quién le va a preocupar sabiendo como sabemos que jugamos en la Champion ligue de la economía mundial.
Por eso es tan importante cuidar las formas. He encontrado un cartel en defensa de las selecciones nacionales, una vieja aspiración de TODOS los catalanes. Pues bien, hay que mirar bien lo que hacemos; se puede hacer mucho daño aun con la mejor intención.
El cartel muestra a un tierno niño, un varoncito imberbe, desnudo de cintura para arriba ataviado tan sólo con un brazalete bicolor. ¡No basta!. Debiera llevar una camiseta aunque no sea de Custo. Esta fotos parecen inocentes pero las carga el diablo y pueden acabar en una red de pederastia de las que Internet está plagado. ¿Y qué haríamos entonces?. ¿Diríamos que los catalanes son proclives a los vicios?.
Para evitarlo propongo una solución sencilla: la que muestro en la foto de aquí abajo. Con este pequeño cambio evitaremos grandes males y no pocos equívocos. La Patria se merece todos nuestros esfuerzos y sacrificios. O sea que atentos a estas cosas. Gracias.