El día después de ese icono de la españolidad que es el sorteo de Navidad, el día anterior a la Nochebuena que cada año se revela como un poco más triste y un poco más despoblada. En la mañana de la celebración simbólica de la inexistente pero siempre presente guerra entre la España periférica y la España central, o sea Barça/Madrid. A tres meses vista de las elecciones que nos pueden llevar a los acordes de la orquesta de Paul Mauriat, no se porqué pero es el tipo de música que atribuyo a la intimidad de La Moncloa actual, que nos pueden llevar decía de victoria en victoria hasta la derrota final. A diez meses del referemdum de Ibarreche. A un periodo impreciso de casi cualquier cosa que tenga importancia en mi vida y en las vuestras. A una distancia infinita de nuestras esperanzas y de nuestros deseos....
mi perro y yo os deseamos Felices Pascuas y próspero año nuevo. Un abrazo a todos y gracias por leerme. Aunque se que lo sospechabais, haceis que me sienta importante.
Os dejo, como no podía ser de otra manera, con un villancico, una banda sonora adecuada al aquí y ahora.
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