lunes, 14 de diciembre de 2009

What a wonderful world




El factor común de la miseria y la vejez es el olor a orina. Pero reparen Uds. que ello no siempre es debido a emisiones incontroladas de una vejiga incompetente, perezosa o descuidada. A veces es la acumulación de sudor o/y otras secreciones orgánicas que si no se diluyen en agua acaban provocando un fuerte olor a amoniaco (NH4).
Desde aquí encarecemos a quien corresponda la necesidad de procurar, siempre con medios proporcionados al objetivo buscado, que los pobres sean aseados y los viejos lleven los dodotis bien precintados.

Feliz Navidad a todos

3 comentarios:

mon amour dijo...

NH4?? le sobró un átomo o una copa.
le mandaría un enlace musical pero no me salen (entre otras) directos y como que no es lo mismo.
Feliz ingesta y posterior alcasetzer.

Anónimo dijo...

Querido amigo, Ud. siempre tan atinado. Efectivamente, NH3. La H de sobra se la adjudicamos a cualquier Hijodeputa que Ud. señale.
Un abrazo
Doc
PD: A ver si conseguimos enlazar a esa cancioncilla del viejo Lou, walking on the dark side, ¿o era el wild?

el anónimo de siempre dijo...

¡Muy bonito, hombre! O sea, que yo, cuando me veo en un brete que inflama mi natural irascible y resentido, o si me pongo muy refunfuñón, me pregunto “¿qué haría el Docwall en una situación así?” y resulta que en el fondo es usted un iconoclasta sarcástico y su pose de socialdemocracia de derechas , sólo una máscara.

¿A qué oscuro propósito obedece esta farsa? ¿Qué más nos oculta, Docwall?